EL NAVEGANTE |
Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 |
A VOLAR MI AMOR Salimos
con Alika, el sol de la madrugada bañaba las facciones mas escondidas de su
rostro. Mientras caminabamos hacia el trabajo de Alika con un paisaje urbano
distinto al de la noche, me detuve a enmarcar en mi retina lagañosa fotogramas
de una película muda, roida de sepia en las esquinas. Un
charco de barro semitransparente refleja una construcción majestuosa que se
funde con la trama de la baldosa; Pisando papeles sucios, descubrí con mi
mirada una publicidad de alguna compañía aérea que decia “Vuele con
nosotros”, al instante una sonrisa se demarca en mi rostro. Una imagen del
aeropuerto en donde se embarcaban vacas apretujadas pero de labios pintados se
cruzo por mi mente. Sin quererlo pronuncio un tonto pensamiento en voz alta
diciendo “Yo puedo volar solo”. Logicamente esto provoca en Alika una
expresion de asombro que rapidamente se transformo en bronca, mientras al mismo
tiempo se escucha el eco de su ultima palabra. Seguramente nunca sabre de que
estaba hablando ya que yo nunca percibi que lo estaba haciendo. Como
es posible que hace solo algunas horas mi mente solo tenia lugar para sus
palabras y ahora me detengo en detalles que me hacen olvidarla. Por algunos
momentos juro me senti caminando solo, sin esperar el paso de sus tacos, sin que
ella espere los mios. Ahora
seguimos caminado proximos al lugar de trabajo de Alika, pero un poco mas lejos
que anoche el uno del otro. Ni una sola palabra se volvio a escuchar en esas
cuadras, ni aun aquellas mas superfluas, solo silencio incierto. -
Sabes,
en el CCS nos mostraban cosas muy interesantes. Dice Alika -
Que
es el CCS. Le pregunto -
Es
el Centro de Capacitacion Social. Dice rapidamente y sin mirarme. -
Que
cosas interesantes Alika. Pregunto tambien sin mirarla. -
Nos
pasaban Videos de algunos cosas viejas, en realidad nunca las podiamos terminar
de ver porque algunas estaban en muy mal estado, pocas cosas quedaron
utilizables de la inundacion de lagrimas. -
¿La
inundacion de Lagrimas?. Pregunto con desconcierto -
Si,
dice Alika, poco recordamos de ayer, la mayoria vivimos lo que se dice al dia. -
A
mi me parece que si no se acuerda de ayer, mas que al dia viven al pedo.
Respondo casi sin pensarlo y preocupado por haber herido quizas a Alika. -
Que
es al pedo, dice mientras denota una sonrisa nerviosa. -
No
importa le digo, contame eso de las lagrimas. -
Si
en el CRH (Centro de Recopilacion Historica) hay documentos que nos dejaron
saber sobre ese hecho. Cuentan que un dia todos los habitantes de la ciudad
juntos se pusieron a llorar. Se habian dado cuenta que sus vidas no tenian
sentido, todos preocupados por cosas como la corrupcion, el desempleo, pero
sobre todo dicen que fue causa del aburrimiento que sentian todos, frustraciones
escondidas en estantes de madera como si fueran libros. Nosotros tenemos algunos
recortes que hablan de eso, pero tambien otros murieron de risa. -
Y
vos viste los documentos esos. -
Si,
en el CCS nos mostraron algunos, yo recuerdo algunos titulares que decian “El
pueblo llora por Evita”, yo creo que esa debe haber sido la primera que murio
por la inundacion, y tambien habia otros que decia “La justica es un chiste”
y despues explicaban cosas que nunca pude entender. -
Y
cuando fue esa inundacion de lagrimas, pregunto incredulo. -
No
se cuando fue, y ademas que importa si total ya paso; Sabes una vez vimos un
video JVC que tenia adentro un programa de AmericaDos, era de un Lanota, si
Jorge Lanota, y el tipo hablaba y hablaba, y otro de Mauro Viole lleno de gente
rara, hombres vestidos de mujeres, abogados, ese me gustaba mucho era muy
gracioso. -
Y
lo que decias anoche, sinceramente algunas cosas no las pude comprender. -
Yo
tampoco. Dice riendo. -
Como
que vos no las entendes, porque las dijiste entonces. -
En
el CCS tambien nos dan una materia que sirve para que podamos establecer
relaciones con los demas, solo se usan cuando queres estar con alguien,
entendes. -
Ni
un poco Alika. -
Todo
lo que dije, como movi mi cuerpo, mi ropa, gestos, todo, todo lo aprendi en
recortes que me dieron en el CCS. Te confieso que algunos no siquiera los
entiendo, solo los repito mecanicamente tal cual los aprendi. Pero eso si no
podes negar que dan resultado ¿No?. Dice tranquilamente. -
Pero
y todo lo de anoche tambien fue estudiado previamente. Pregunto ya si
perdidamente desconcertado. -
No,
ahora tengo un poco de confusion en mi cabeza, ya te dije que nunca antes habia
despertado con alguien. No se como decirlo creo que por primera vez me senti. -
Autentica,
interrumpo. -
Si
autentica, eso queria decir. -
Alika
yo te tengo que confesar que no se si todo lo que te dije es. -
Para,
para, evidentemente algunas cosas no las entiendo, pero no soy tan tonta, es mas
creo que hoy soy un poquito menos tonta que ayer. Lo que queres decir es
referido a eso de te amo? -
Bueno
no se como explicartelo? -
No
tonto, no tedas cuenta que no me tenes nada que explicar. Mira ya llegamos y
tengo que entrar pero no sin antes darte un beso. Alika
me abraza fuertemente y tomado mi cara con ambas manos me da un beso calido y
humedo como pocos, parece queres tomar la mayor cantidad de sensaciones posibles
y en un solo instante. Mientras se aleja veo por su rostro el brillo de una gota
que abriendo camino es seguida por otras tantas. Ruedan con rastros de rimel y
caen a emprender el vuelo de su destino. Lo curioso es que nunca tocan el piso,
pulverizandose en diminutas particulas son llevadas por el viento hacia lo alto.
-
No
se como hacer, pero si me salen las palabras, quiero decirte gracias. -
Alika
no se como... -
Gracias
por haber despertado en mi un dormido presente, ahora me doy cuenta de cuanto
sirve acordarse de ayer. Sino como voy a hacer para recordarte, tus gestos, tu
olor, mi cama será un mudo testigo de tu presencia, yo soy la que te llevo a la
cima de las sensaciones, pero no se puede seguir por mucho tiempo ahí arriba,
te falta el aire, entendes. -
Si
creo que si. Digo con la voz temblorosa. -
Bueno
me tengo que ir. Dice limpiándose el maquillaje. -
Chau
le digo mientras su mano de despega lentamente de la mía. -
Chau
Nav. Dice dándose vuelta. Me
quedo parado en la puerta de aquel edificio viendo como la silueta de Alika se
perdia entre las sombras. Chau Alika digo silenciosamente. Permanecí
no se cuanto tiempo parado, la poca gente que circulaba me esquiva
indiferentemente. No se como describir... Va siempre la misma manía de
describir, hay cosas que no se pueden describir esta claro. En
menos de 24 horas he experimentado nuevamente, después de no se cuanto tiempo,
si es que el olvido puede medirse en tiempo de agujas de cuarzo. Continuamente
sufro de estos altibajos constantes, momentos de plenitud que se conjugan como
verbos desembocando en caídas. ¿Cuanto se puede mantener un vuelo sin mover
las alas?, ¿cuanto se puede aletear para alcanzar la altura?, ¿cuando oxigeno
falta para poder revolotear alrededor de una astro?, creo que es el momento en
el que debo respirar hondo, juntar la mayor cantidad de aire posible, estirar
mis pulmones hasta colmarlos de oxigeno y saltar en busca de. Un de amplio, sin
premeditación dolosa, un de que se ira armando con pasos tímidos, inciertos,
firmes, confiados, pero siempre paso a paso. Constantes contradicciones se
arremolinan en mi cabeza, que tosca por cierto se queda sin reacción, inerte,
pero sobre todo gris. No saben cuanto odio el gris, no esta ni de un lado ni del
otro, según como de la luz se pasa para el lado de los blancos o de los negros.
Y yo en el medio de una foto en blanco y negro. A veces parece que alguien
hubiese armado todo un plan para mi vida, que mi olvido no es casual, que mis
palabras son repeticiones, que mis pasos ya estaban programados. Como
observado por ojos ocultos caigo en un estado fobico, persecución frecuente que
mi mente utiliza quizás para hacerme reaccionar ante algo. Inmediatamente
giro mi cabeza y veo un enorme camión colmando de chatarra, que sin intención
de frenar de dirige hacia mi. Me apunta con la mejor de las armas, siento como
el viento se corta a su paso certero, veloz, asesino; Salto rápidamente girando
mi torso hacia la vereda, mis manos
adelantadas amortiguan la caída, todavía rodando abro mis ojos y hecho una
caleidoscopica mirada de la ciudad. Mientras
me incorporo, sacudiendo mis ropas, veo la silueta endemoniada del camión,
humeante de ira por fallar el embate de su víctima. Levanto
mi mentón, y en pose de torero pero sin traje de luces, grito sublevadamente
Oleeeeeeeeeee. Doy
la vuelta, miro la calle que baja hacia el río y me pierdo caminando lento.
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